jueves, 4 de septiembre de 2008
El club de los estreñidos!!
Hace pocos días alguien me pidió que reflexionara sobre los llamados "estreñidos" o "mal follados" que tantas veces se cruzan en nuestro camino y con sus víperinas lenguas o su cara de amargados te trasmiten sin más una energía de lo más putrefacta. En su rostro reflejan amargura y en su frente viene sellado "odio a todo el mundo". La pregunta es.. ¿y qué podemos hacer ante este desprecio, mala educación o rabia contenida de unos pobres amargados?. La verdad es que resulta dificil no encender la llama de nuestra rabia al ser maltratados, aunque bien pensado si entramos en el juego la rabia puede convertirse en ira ¿no seríamos ahora víctimas de nosotros mismos? ¿de nuestra propia ira?. Creo que la vida es demasiado corta para irnos jodiendo los unos a los otros, salpicando veneno y lo peor dejarnos envenenar. Cuantos de nosotros hemos ido alguna vez a un bar y hemos tenido la sensación que el camarero nos ha escupido en el café cuando hemos pedido un trato justo, o en aeropuerto, o en el cine.....?. Creanme amigos mios todos tenemos una parte de estreñidos dentro... todos tenemos problemas, ilusiones o sueños frustrados, a todos se nos ha muerto alguien querido.... pero esto ¿nos da derecho a odiar al mundo? y lo peor...engendrar el odio en otro...y que lo odie también? porque odiarnos si lo que realmente queremos todos es AMOR joder!! cuesta tanto que demos una palabra amable, una mirada sincera o a una sonrisa..? somos lo que transmitimos, por eso creo que ante el veneno ignorante, más vale respirar hondo, (yo tres veces por mi impulsividad), y no malgastar la mínima energia... sino guardarla para el siguiente que se cruza en nuestra retina.... y regalarle una sonrisa, así le despertaremos algo bonito en su interior, y él en otro, y el otro en otra.... y con sonrisas el MUNDO SE VE MEJOR!!
sábado, 30 de agosto de 2008
En un Motel de Carretera
El ansia por apurar la vida, me detuvo en un motel de carretera de Cancún, Distrito de Quintana Roo, paraíso de Huracanes.
Recuerdo la primera vez que pisé las frías escaleras de blanco hospital que tantas veces subí y bajé, y que me conducían una y otra vez a la 6ª planta, habitación nº 64. Aquel olor a vacío, mi cabeza no podía dejar de tararear Joaquín Sabina.
En mi retina el reflejo de mi única compañía, la habitación nº 60, siempre me gustó más ese número, aunque él nunca lo supo hasta ahora. Allí vivía, otro soñador, otro loco en busca de su sueño, rodeado de madera bohemia y baldosas de colorines naranja y amarillo. Cómplices de melancolía, de peldaños de soledad y de la sonrisa de Matilde al atravesar la fría verja del motel.
Entre la Bohemia, bebimos de nuestras risas y compartimos anhelos entre paz y desesperación quizás para no olvidarnos de nuestro caprichoso latir.
Fue él quien me enseñó a no correr para no caer, y a encontrar mi paz en aquella ombría habitación lejos de todo, muy cerca de mí.
Hoy, ya lejos de Cancún, lágrimas en mis ojos marcan la tinta de mis sueños, ya estoy preparada para un nuevo camino, aunque añoro la bohemia entre las dos habitaciones del motel. Aquel desconocido soñador resultó ser mi hermano.
Recuerdo la primera vez que pisé las frías escaleras de blanco hospital que tantas veces subí y bajé, y que me conducían una y otra vez a la 6ª planta, habitación nº 64. Aquel olor a vacío, mi cabeza no podía dejar de tararear Joaquín Sabina.
En mi retina el reflejo de mi única compañía, la habitación nº 60, siempre me gustó más ese número, aunque él nunca lo supo hasta ahora. Allí vivía, otro soñador, otro loco en busca de su sueño, rodeado de madera bohemia y baldosas de colorines naranja y amarillo. Cómplices de melancolía, de peldaños de soledad y de la sonrisa de Matilde al atravesar la fría verja del motel.
Entre la Bohemia, bebimos de nuestras risas y compartimos anhelos entre paz y desesperación quizás para no olvidarnos de nuestro caprichoso latir.
Fue él quien me enseñó a no correr para no caer, y a encontrar mi paz en aquella ombría habitación lejos de todo, muy cerca de mí.
Hoy, ya lejos de Cancún, lágrimas en mis ojos marcan la tinta de mis sueños, ya estoy preparada para un nuevo camino, aunque añoro la bohemia entre las dos habitaciones del motel. Aquel desconocido soñador resultó ser mi hermano.
jueves, 5 de junio de 2008
El vendedor de Quesos
jueves, 29 de mayo de 2008
Grita Mogagua!
Cantos sordos
viernes, 4 de abril de 2008
Tierra de Animales
Tierra de animales, hacemos daño sin sentir el dolor del otro, conciencia tranquila al despertar de infierno, cuchillo, hielo y cartón, hoy te lloro cortando la piel de mis manos, café, sopor, lluvia seca, sabías hablar antes de manchar, escupiste mis labios, gesto sincero, amor temblando, rosa verde, tallo rojo, serpiente, caballo blanco, erizo, seda, mi vida se va y yo con ella, no quiero ir, me tengo que ir, iré sino voy, vámonos o mejor nos quedamos, o volvemos otra vez, me voy.
Nubes rotas, instinto desnudo, horas muertas de traición viva, estupor, calma, desaliento, ausencia, te quiero, llanto, desolada, rabia, hastío, sobrio, locura...sabia, juguetona y sincera...falsedad fuera de mí, me levanto miro a mi alrededor veo, no veo nada, un vacío, un silencio quebranta mi mirada, vuelvo a levantar mis retinas, pasmarotes dormidos, nadie habla, nadie expresa, no hay nadie, nadie que no se quiera sólo a sí, nadie, nadie, NADIE.
Nubes rotas, instinto desnudo, horas muertas de traición viva, estupor, calma, desaliento, ausencia, te quiero, llanto, desolada, rabia, hastío, sobrio, locura...sabia, juguetona y sincera...falsedad fuera de mí, me levanto miro a mi alrededor veo, no veo nada, un vacío, un silencio quebranta mi mirada, vuelvo a levantar mis retinas, pasmarotes dormidos, nadie habla, nadie expresa, no hay nadie, nadie que no se quiera sólo a sí, nadie, nadie, NADIE.
miércoles, 2 de abril de 2008
Como Ratas en un Laberinto...
Caracas, aire sordo y embotellado en las calles, allá los sueños nunca duermen. Borrachos de rabia contenida giran con su carro por asfalto y monte... y entre trago y tiro, sueñan con cambiar su suerte. Sabor libertad entre curvas y excesos, se sienten VIVOS al topar el aire rebelde en su rostro, alimento de sueños. Como ratas en un laberinto dan vueltas y más vueltas de un lugar a otro sin salida... allí en su carro, una noche tras otra giran clandestinos entre humo, SODA y alcohol.
A mis panas Leos y Gabo
A mis panas Leos y Gabo
Sueño o Realidad
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